En la región de Marginimea Sibiului, así como en los pueblos de pastores Poiana Sibiului y Jina, se siguen salvaguardando grandes espacios vírgenes y pastos en los pies de las cumbres milenarias.
La vida aquí parece haberse detenido, siguiendo otro ritmo y otros rituales, marcados por los ruidos de los animales, el viento, los ruidos del bosque, las flautas tradicionales, el olor del queso y el mamaliga - el polenta rumana.
Este parque protege una gran diversidad de fauna y flora. Como en muchas zonas naturales de Rumanía aquí se encuentran diferentes tipos de animales como linces, lobos, osos y distintas especies de reptiles.