La iglesia de la colina de Sighisoara se encuentra, como su nombre lo indica, en el pico de la principal colina de la ciudad. Como muchos edificios de la región, su construcción tardó bastante (1345-1525) debido a las tensiones entre rumanos, turcos y austro-húngaros, así como a los terremotos.
Esta iglesia está reconocida como el edificio eclesiástico más representativo del arte gótico en Transilvania. Varios elementos arquitectónicos ilustran este estilo: un coro muy amplio, bóvedas ojivales y ventanas cuyas aperturas tienen una forma de arco roto.
En su interior se pueden observar frescos realizados en 1488 por el pintor Valentin, ex alcalde de Sighisoara en la época