El barrio Lipscani es el centro histórico de la ciudad y su barrio más antiguo. Es aquí donde se encuentra la mayoría de los monumentos históricos de la ciudad. Construido a partir de 1459 bajo las órdenes de Vlad Dracul, que se había instalado en la Corte Antigua (Curtea Veche), el barrio acogía numerosas ferias en las cuales participaban comerciantes húngaros y sajones. Desde los años 2000 el barrio está cambiando constantemente, se anima cada vez más y se renuevan en gran parte los edificios antiguos. Es el corazón cultural y festivo de Bucarest, aquí se concentra un gran número de bares, discotecas, así como teatros y restaurantes de encanto. Los principales monumentos del barrio son la iglesia San Dumitru, la Catedral Rusa, la Antigua Corte del Príncipi, Hanul él Manuc, el Museo Histórico Nacional y también el restaurante Caru Cu Bere.