Desde el siglo XVII, período en el cual se observó una presencia judía por primera vez en Rumania, la población judía no dejó de crecer en Targu Mures y sus alrededores hasta convertirse en la segunda población de Transilvania. A partir de 1785 se construye una sinagoga de madera en Targu Mures para acoger a los fieles. La población judía adquiría cada vez más importancia en la vida económica durante el siglo XIX y los principales oficios que ejercían eran: industriales, editores, comerciantes, médicos, banqueros o abogados. La potencia económica de la comunidad les permitió construir, durante los años 1899-1900, un lugar de culto majestuoso que podemos visitar y observa hoy. La sinagoga destaca principalmente por su fachada y sus tres cúpulas (las dos más pequeños que soportan en lo alto la estrella de David). El interior de la sinagoga es muy amplio y decorado de manera especialmente rica. Dentro se encuentra también el monumento de mármol blanco, en memoria de los judíos muertos del holocausto. Como en numerosas regiones de Europa la Segunda Guerra Mundial tuvo efectos desastrososo sobre la comunidad judía de Targu Mures, puesto que la población judía era de 6.000 personas en 1941, cuando al final de la Gerra quedaban sólo 1.500.