La construcción del Teatro Nacional se hizo en 1906 por los trabajos de la empresa Helmer y Fellner, especializada en la construcción de teatros (constructora de los teatros de Cernauti, Iasi, Oradea et Timisoara).
Este edificio, construido en estilo barroco-rococó, tiene un aforo de 1000 plazas, así como tres filas de butacas especiales. Su primera obra se puso en escena en 1919 y fue una representación teatral en lengua rumana.